Rendimiento Académico
El rendimiento académico hace
referencia a la evaluación del conocimiento adquirido
en el ámbito escolar, terciario o universitario. Un estudiante con buen
rendimiento académico es aquél que obtiene calificaciones positivas en los exámenes
que debe rendir a lo largo de un año escolar. En otras palabras, el
rendimiento académico es una medida de las capacidades del alumno,
que expresa lo que éste ha aprendido a lo largo del proceso formativo.
Existen
muchos factores que inciden en el bajo rendimiento académico, como:
·
Temperamento
del niño: Los niños
que muestran interés, prestan atención y participan en clase, obtienen unas
notas más altas que quienes no lo hacen. Por el contrario, ser colaborador y
obsequioso no se relaciona con los logros obtenidos ni con las notas. Por
tanto, para avanzar en el colegio, un niño debe prestar atención en clase,
interesarse en el tema y participar activamente en las labores escolares.
·
El
estado emocional del niño: la
relación entre estado emocional y desempeño escolar es especialmente fuerte en
las niñas. La agresión y la depresión también parecen interferir en el
desempeño de los niños, mientras que la empatía se asocia con mejores
resultados en lectura y deletreo. La sensibilidad de un niño ante los sentimientos
de otra persona (empatía) puede ayudar a crear un ambiente más positivo en la
escuela. También puede ayudar en la lectura, (ya que con frecuencia implica
asumir el punto de vista del personaje literario), en la comprensión de hechos
históricos y en prever la respuesta de otra persona.
·
Los
padres: Los padres y
madres pueden influir de diversas maneras en el desempeño de sus hijos en
clase. Los niños se ven afectados tanto por lo que sus padres hacen como por lo
que piensan. A la hora de motivar a los niños para realizar las tareas
escolares, algunos padres lo hacen mejor que otros. Algunos aplican la
motivación externa, dándoles a los niños premios o dinero por lograr buenos
resultados o castigándolos en caso contrario. Otros aplican la motivación
interna, premiando a los niños por su esfuerzo y habilidad.
La motivación interna resulta más
eficaz que la externa porque los niños aprenden a interesarse por el
aprendizaje en vez de verlo como algo que les servirá tan solo para alcanzar un
premio o para evitar un castigo. Los niños que obtienen mejores resultados en
la escuela tienen padres cuyo estilo de crianza de
los hijos se ha llamado democrático: aplican la motivación interna animando a
sus hijos y dándoles mayor autonomía. Los padres de estilo autoritario
vigilan muy de cerca a sus hijos para que hagan las tareas y utilizan la
motivación externa. Los hijos de estas personas alcanzan puntuaciones más bajas.
Los padres que utilizan el estilo permisivo se desentienden demasiado y no parecen interesarse en el desempeño escolar de sus hijos. Estos niños también obtienen puntuaciones más bajas.
Los padres que utilizan el estilo permisivo se desentienden demasiado y no parecen interesarse en el desempeño escolar de sus hijos. Estos niños también obtienen puntuaciones más bajas.
Todos estos son factores que influyen en el bajo
rendimiento escolar, pero, ¿Cuándo se considera un bajo rendimiento escolar?
Pues hablamos de un bajo rendimiento
escolar cuando hay un retraso significativo en los aprendizajes del niño
respecto a otros compañeros de su edad.
Estos problemas suelen afectar a las habilidades instrumentales como
lectura, escritura y cálculo.
Origen de los problemas:
El origen
de un bajo rendimiento escolar puede ser diverso:
·
Escolarización
deficiente del niño, debida por ejemplo a numerosos cambios de escuela o
residencia.
·
Problemas
de atención e hiperactividad.
·
Problemas
de naturaleza emocional que dificultan la concentración y el trabajo del niño.
·
Falta de
estimulación por parte de la familia.
·
El bajo
rendimiento escolar también puede deberse a trastornos de aprendizaje
(dislexia, disortografía, discalculia), probablemente de origen biológico, que
afectan a la adquisición de habilidades para leer, escribir y manejar números y
operaciones matemáticas.
¿Cómo se
puede trabajar con estos niños?
Si el niño no padece ningún
trastorno de aprendizaje y sólo se trata de bajo rendimiento escolar será
necesario trabajar algunos o todos de los siguientes objetivos:
·
Enseñanza
de técnicas y métodos de estudio (subrayado, resumen, esquema).
·
Planificación
y organización de la actividad del niño (agenda, horario de estudio,
materiales)
·
Preparación
de exámenes y trabajos.
·
Mejorar
la motivación y la autoestima.
·
Mejorar
los hábitos de autonomía y hacer progresivamente responsable al niño de sus
aprendizajes.
También para hablar de bajo rendimiento académico, tenemos variables
independientes, es decir que estas no afectan directamente al rendimiento del
alumno, y variables dependientes, las cuales si afectan directamente. Lo
presentaremos en forma de cuadro:
Variable independiente
|
Variable dependiente
|
||
1
|
Desintegración familiar
|
1
|
Bajas calificaciones
|
2
|
Estilos de crianza
|
2
|
Buena alimentación
|
3
|
Madres solteras
|
3
|
Capacidad intelectual
|
4
|
Padres trabajadores (ambos)
|
4
|
Métodos del maestro
|
5
|
Desinterés de los padres
|
5
|
Motivación de la familia
|
6
|
Adicciones
|
6
|
Problemas familiares
|
7
|
Familias grandes
|
7
|
Personalidad del niño
|
8
|
Hijos predilectos
|
8
|
Interés del niño
|
9
|
Infidelidad (otra familia)
|
9
|
Falta de recursos económicos
|
10
|
Hijos no deseados
|
10
|
Apoyo de los padres
|
11
|
Problemas con compañeros
|
Como
conclusión diríamos que en pocas palabras, basarse en el rendimiento académico para
evaluar las capacidades intelectuales de una persona es absolutamente
incorrecto. Si la educación se adaptara a las necesidades de cada individuo, si
no se forzara el conocimiento sino que se incentivara a aprender e investigar,
es muy probable que nadie prefiriera el ocio al estudio.